Los traumas y el problema psicológico que acarrea cualquier accidente o enfermedad que lleve a una persona a tener problemas, muchas veces para el resto de su vida, de incapacidad para movilizarse de manera normal, podría verse multiplicado si estas personas tampoco encuentran en su hogar, lugar de descanso, donde todos esperamos comprensión, cariño y atención, mejores maneras de movilizarse y superar o aminorar las consecuencias de su problema. Por esta razón son muy importantes los cambios que se pueden hacer en el hogar, adaptaciones necesarias que facilitan la vida de aquellas personas que, por accidente o enfermedad, han terminados impedidos para muchas tareas en la vida.
El caso más recurrente en este tema es el de los pacientes en sillas de ruedas, normalmente las adaptaciones en el hogar van desde la colocación de rampas de acceso a la casa y a las zonas en el interior de las mismas, hasta adaptación de las puertas, en los casos en que el ancho de estas no permita el paso directo de la silla de ruedas, se hace la necesaria ampliación que permita que la persona pueda entrar y salir sin mayores problemas a estas zonas de la casa.
Otro caso algo común es para las personas cuyo problema de movilidad les lleva a usar bastones, para entrar a ciertas áreas, apoyarse y acomodarse en la silla de la cocina o en el retrete, se pueden colocar barras o aros, a una distancia tal que les permiten sostenerse de los mismos para levantarse y acomodarse rápidamente. En algunos casos las personas en sillas de ruedas también usan estos mecanismos. Existen muchas otras adaptaciones, como ascensores, por ejemplo, pero lo importante es que se haga el sacrificio y la inversión necesaria, es la familia el primer punto de apoyo de todas las personas con este tipo de impedimentos.